EL DESAFÍO DE SEGUIU CRECIENDO.
El desafío de seguir creciendo
Los neozelandeses llegaron a Uruguay para implementar su modelo de alta inversión y productividad por hectárea. Visualizaron una oportunidad, en un país donde la tierra era barata y existía una fuerte tradición lechera, el lugar ideal para expandir la producción ante una demanda mundial creciente.
El planteo tiene un sólido fundamento: el reciente aumento del precio de la tierra en nuestro país remueve desde sus cimientos todos los esquemas tecnológicos. Las inversiones en pasturas y fertilización se ven de una manera muy diferente si la tierra vale 1.000 U$S/há que si vale el triple. El aumento en el precio de la tierra estimula la inversión por hectárea.
Cuenta de demostración gratuitaObviamente que los inversores pretendían ingresar al negocio en tiempos de precios bajos, pero la realidad se impuso: durante 2007 y parte de 2008 los valores de la tierra subieron en forma aguda, lo que llevó a acelerar las compras de establecimientos, para asegurar la base del proyecto. Hoy tienen 36.300 hectáreas en Uruguay, casi 60.000 reses y 19 tambos operando.
No faltaba dinero: así como los precios internacionales de la leche "volaban", tam-bién era creciente el interés de inversores de todo el mundo. NZFSU captó casi U$S 200 millones en la Bolsa neozelandesa, hoy todos invertidos en Uruguay. Luego, la em-presa realizó un "road show" (gira de pre-sentación a inversores) por Singapur, Japón, Alemania y EEUU, donde concitó el interés firme de muchos.
Sin embargo, todo cambió con la crisis global. Los capitales se retrajeron, los potenciales nuevos inversores se esfumaron y los accionistas comenzaron a exigir que el proyecto empiece a autofinanciarse, cosa difícil con un precio de la leche en caída. En el segundo semestre de 2008, NZFSU tuvo una pérdida neta de U$S 9 millones, con un déficit operativo de U$S 15 millones.
En este escenario, la firma logró un préstamo sindicado con el Santander y el BROU, entre otros bancos, por U$S 16 millones, pero se requería más financiamiento para poner a funcionar los tambos a pleno y –particularmente– para instalar los costosos sistemas de riego, claves en el proyecto.
Tomó vigor, entonces, una opción que se manejaba hacía tiempo por parte de quienes impulsaron el proyecto en Uruguay: emitir deuda en el mercado local. No era el mejor momento para una decisión de este tipo, pero se confiaba en la fortaleza del proyecto.
Sin embargo, para complicar más las cosas, al comenzar la primavera, cuando se espera que los campos produzcan más, dejó de llover.
Diálogo con AFAPs
Fueron meses desesperados para los tambos, que aún sufren las consecuencias de la sequía. Entre ventas de vacas y reclamos al gobierno por ayuda, algunas gremiales lecheras pensaron en reeditar los exitosos fondos de financiamiento de la actividad lechera (FFAL), que fueron importantes para superar la crisis de 2002.
Ellos permitieron emitir títulos y obtener financiamiento en el mercado de capitales, particularmente a través de las compras de esos títulos por las AFAPs (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional). Allí fueron gremialistas lecheros, para auscultar qué posibilidades habría de un nuevo FFAL. Sin embargo, la respuesta de los gerentes financieros los sorprendió: "Nuestra capacidad de invertir en el sector lechero ya está completa", explicaron. NZFSU había llegado primero.
Para emitir títulos de deuda en el mercado de capitales se requiere una calificación de riesgo. NZFSU recurrió a Fitch Ratings, que asignó en marzo la nota A-(uy) a los Títulos de Deuda Escriturales (TDE) por un monto de hasta U$S 30.000.000, a ser emitidos por el Fideicomiso Financiero NZFSU I.
¿Cómo funciona esto? NZFSU cede en fideicomiso financiero los ingresos brutos por venta de leche en hasta 7% del total, hasta el 30 de junio de 2015. Luego, el porcentaje sube al 9% de las ventas. La cesión se hace hasta la amortización total de los TDE. Sobre ese derecho, se emiten dichos TDE por hasta U$S 30.000.000. Adicionalmente, se constituirá un fideicomiso de garantía con los campos y contratos de arrendamiento de NZFSU. Esto otorga un alto grado de seguridad al inversor.
En su comunicado, Fitch expresó las garantías que otorga el respaldo de PGG Wrightson como patrocinador del proyecto. PGG es una de las principales compañías agropecuarias de Nueva Zelanda y posee el 11% de las acciones de NZFSU, además de administrar la empresa. El jefe ejecutivo de PGG, Craig Norgate, también tiene casi 5% de acciones de NZFSU a través de su fondo de inversión RPI.
En el campo
Sobre esta aplicación del modelo neozelandés en Uruguay y cómo afectó la sequía a NZFSU, El País Agropecuario dialogó con Carlos Miguel de León, gerente general de PGG Wrightson para Sudamérica y gerente en Uruguay, a quien entrevistamos con un pie en el avión.
La conversación tuvo sus restricciones: de León se excusó de referirse a todo lo vinculado a la emisión de deuda que prepara NZFSU, por cuestiones de política corporativa. NZFSU cotiza en Bolsa y toda la información vinculada a la empresa tiene que ser suministrada en la forma más transparente y equitativa a los accionistas. Sí dialogamos sobre la situación productiva y sus perspectivas.
–¿Cómo están los campos ahora?
–Están reaccionando muy bien después de la seca. Hay áreas muy importantes de pasturas perennes que sobrevivieron a la sequía. Algunas praderas muy nuevas pueden haber sentido, hasta 20% del área puede haberse perdido. Pero nosotros –en el modelo original y por la historia de resiembras– ya considerábamos hasta un 20% de resiembra de pasturas anual, para cubrir la posible no permanencia. Estamos convencidos de que con la fertilización y el manejo adecuados, la persistencia es mejor.
–La pradera tradicional dura de tres a cuatro años. ¿A cuánto estiman llevarla?
–Nos encantaría que duraran 20. La verdad es que los jardines y las canchas de festuca y raigrás perenne, que tienen riego, duran años si se cuidan. El tema es cortar en el momento adecuado. Si no se corta, se echa a perder, porque vienen malezas. Si se corta sistemáticamente, se podrá poner amarillo en verano, pero luego llueve y viene de vuelta. Con riego, en especies más tolerantes al calor del verano como la festuca, no deberíamos tener problemas en estirar los plazos. Tenemos productores de nuestra empresa que vienen produciendo semillas de festuca en la misma pradera, sin resembrar, por más de 10 años.
–¿Y la leguminosa?
–Se trata básicamente de trabajar con gramíneas, como en Nueva Zelanda. Estamos agregando una achicoria de verano, achicoria Puna, porque soporta mucho la sequía y se aplaca en invierno, cuando la gramínea la compensa. Esto aporta a la estabilidad del sistema. De todas maneras, se agrega también trébol rojo y blanco.
–¿Qué adaptación se hace del modelo neozelandés, al traerlo aquí?
–Hay mucha experiencia atrás de lo que hacemos. Desde el 95 estamos trabajando en forrajeras, se ha trabajado muy cerca de Conaprole desde el año 2000, estamos mirando predios lecheros permanentemente, lo que nos dio una experiencia sobre manejo de pasturas y qué cosas se adaptan mejor que otras.
Si tuviera que plantear el modelo neozelandés puro, tendría que hablar de raigrás perenne y trébol blanco. Sin embargo, nos planteamos algo más parecido al de Australia, usando distintos tipos de festucas, etc.
Buscamos un modelo de manejo en el que se come la pastura a una determinada altura, con alta digestibilidad, con altas cargas de animales o rotaciones más frecuentes cuando el crecimiento es alto, manteniendo la altura de corte y con potreros pequeños con dos bebederos, para asegurar que se come todo parejo. Con ingresos de ganado para comer remanentes, etc.
–¿Qué pasa con las reservas?
–Son parte del modelo neozelandés. Hay dos opciones: o los excedentes se comen en pie, o se saltean y se ensilan, o hasta se corta y se deja, porque lo importante es que se corte, para que la pastura no se "pase".
–¿Qué pasa con la suplementación?
–Evidentemente, hasta no tener los riegos completamente instalados –que completan el modelo–, la ración estratégica es importante. Estamos en una etapa muy inicial del proyecto como para decir que nos vamos a un sistema completamente pastoril. Es el objetivo, pero será una vez que las pasturas, con las altas fertilizaciones, cubran todos los requerimientos de los animales.
Es una gran virtud estar cerca de dos grandes mercados de granos, fundamentalmente Argentina, donde uno tiene acceso a este tipo de producto, lo que le da una estabilidad al sistema que, de lo contrario, no se podría operar sin riego, con las cargas que implica el modelo.
Nosotros hacemos sorgo forrajero y silos de grano húmedo. La rotación con cultivos sirve mucho para limpiar campos y establecer mejor las praderas, en campos muy enmalezados. Y sirve como buffer, hasta tener el sistema establecido. Hay que ver que tenemos una gran carga animal, con 60.000 reses en 36.000 hectáreas.
Hoy, ya pasamos la peor sequía de la historia y venimos con los campos muy bien. De alguna manera, podemos decir que las altas fertilizaciones permiten tener mayores cargas. De hecho, estamos haciendo reservas de pasturas en todos los tambos.
–Su empresa vendió cientos de cabezas de ganado, sobre todo de carne, por efecto de la seca. ¿Necesitarán desprenderse de más ganado para entrar al invierno?
–No, para nada. Incluso, si seguimos creciendo, vamos a continuar comprando más ganado.
–¿Cómo está el precio de la leche?
–El precio volvió a lo que fue cuando iniciamos este proyecto. Hicimos el modelo sobre la base de un precio de 17,50 para el litro de leche y hoy recibimos, en promedio, en torno a 18 centavos, aunque varía tambo a tambo, según la calidad de la leche. Es un precio similar al del resto de los remitentes a Conaprole.
Lo básico es el tema costos, es decir, de qué manera nos hacemos productores eficientes a nivel mundial. El Uruguay siempre estuvo preparado para eso y nosotros tuvimos márgenes similares cuando la leche valía más, porque los costos también eran mayores. Consideramos que el sistema con base pastoril debería ser de los más eficientes del mundo y a eso apostamos.
Perspectivas
NZFSU tiene 19 tambos funcionando y varios en construcción. Proyectan llegar al invierno con 26 salas operativas. Trabajan en la empresa 345 personas. Su gran desafío, hoy, es completar los sistemas de riego (represas y pivots) y probar que el sistema puede funcionar bien. La crisis retrasó las inversiones (máquinas, fertilizantes) y la sequía impidió que se completaran las represas, por lo que aún resta ver cómo funcionará el sistema a pleno. La seca, además, costó 300.000 dólares mensuales adicionales en raciones.
El proyecto prevé casi 6.000 hectáreas bajo riego, pero hoy se están regando menos de 1.000. Lo alentador es que los resultados en las hectáreas regadas están por encima de las expectativas. Implementar el riego no es sencillo porque, entre otras cosas, se necesitan redes eléctricas de mayor capacidad, para lo cual se está trabajando mancomunadamente con UTE.
La emisión de títulos de deuda tiene sus plazos y puede demorar. Entre otras cosas porque –al cierre de esta nota– aún se estaba a la espera de la autorización del gobierno para que las sociedades anónimas que tiene NZFSU como titulares de sus tierras puedan permanecer como tales.
Recuérdese que el gobierno prohibió a las SA con acciones al portador poseer tierras, pero habilitó excepciones a grandes firmas que cotizan en Bolsa (como buena parte de las forestales). Empresas como Botnia y El Tejar tienen la autorización y los neozelandeses ya presentaron la solicitud. El decreto ya tendría la firma del presidente Vázquez.
NZFSU necesita U$S 30 millones con premura, de un total de U$S 90 millones para completar su plan de inversiones. Por esto, no se descarta que se vendan algunas tierras para obtener financiamiento, lo que sería luego de la emisión de títulos. En este plano, no sería raro ver que la empresa se desprenda de tierras que no son típicamente lecheras, por ejemplo en Lavalleja y Rocha.
Hoy, NZFSU remite cerca de 90.000 litros diarios a Conaprole, 4% del volumen total que recibe la Cooperativa. Necesitará bastante más para lograr viabilizar el proyecto.
Fonte: Nicolás Lussich .